Sus carreteras

 

Tanto la carretera del Parque Nacional Henri Pittier como la que lleva a la Playa de Cuyagua, inclusive la que podemos disfrutar yendo al Pueblo de Cumboto, son carreteras hermosas, sumergidas en una vegetación de selva tropical húmeda donde vemos grandes y altísimos árboles que con sus frondosas ramas, hacen un techo natural, filtrando la iluminación en delicados hilos de luz; también sus ruidosas y espectaculares cascadas hacen que uno que otro turista se detenga a disfrutar de su frescura.

Sin embargo no ignoremos sus curvas pronunciadas casi imposibles, pequeños y estrechos puentes,  que hacen de esta carretera un reto hasta para el más diestro de los conductores. Es por esto que a pesar de su mágica atmósfera y belleza alertamos a todos los turistas a tener gran precaución a la hora de venir a pasar unos días de descanso.